Aparte de divertido, se aprenden un montón de conceptos como:
Trabajo en equipo.
Aumento de la autoestima.
Fomenta la relación interpersonal.
Se aprende a ser paciente.
Se mejoran las habilidades sociales.
Se fomenta la ayuda entre jugadores ante un problema común.
Desarrolla la memoria.
Y lo mejor de todo: SE LO PASARÁN BOMBA!
No es necesario la presencia de un adulto durante el juego. Un monitor les supervisará en todo momento, colaborando durante toda la sesión para adaptar el nivel de dificultad de las pruebas a los jugadores y equilibrar la colaboración para que todos se diviertan al máximo.